viernes, 21 de agosto de 2015

Te quise como si no me fueras a romper el corazón.

Me quejo por el hecho de no decir las cosas de frente y ahora mismo me estoy contradiciendo, lo sé. Pero esperar por un momento que quizá no llegue es mucho más terrible.  Y la  verdad es que no puedo seguir guardando esto.

He aquí lo difícil:

El tiempo es un enemigo cuando no se aprovecha, cuando no se le ve el lado positivo, cuando es realmente un pretexto. Porque aceptémoslo, en una relación no lo dicta todo; una relación no son cenas románticas con velas, es respeto, comprensión y apoyo.

Y es que quizá lo que yo te daba no era suficiente para ti,  quizá yo no valía para ti la espera, el  trabajo, el sacrificio. Que el futuro del que alguna vez hablamos, no valía el tiempo que no nos veríamos. Si me preguntas, esperar una semana, dos, tres, valían la pena, valían por saber que la recompensa sería una vida a tu lado.

Probablemente nos precipitamos, pero vamos, cuándo le pides a alguien matrimonio, no puedes esperar que no planee las cosas más insignificantes.

Y terminar la relación de manera indirecta sólo me hace pensar que todas las promesas de no fallarme, las propuestas, los planes, no eran más que improvisaciones y juegos, ¡ilusa de mi creerlos, ¿no?!

Pero no puedo culparte del todo, probablemente yo no supe luchar y poner lo necesario, proponer e idear lo que fuere para estar a tu lado. Al final, los sentimientos no son suficientes y no lo son todo.

Y es precisamente debido a esos sentimientos que no puedo aceptar ser amigos, no ahora. Aunque sigo sin entender tus razones para esto; creías firmemente que debido a las situaciones, emociones y demás, eso era tonto, no se podía ser amigos, ¿en serio significo tan poco como para que esos sentimientos no hagan mella y te permitan  verme como solo amiga?

Yo no puedo. No quiero lastimarme más, sabiendo que tienes tiempo para que seamos amigos, pero no para verme como tu pareja, que quizá no soy lo suficientemente buena para ti y buscar el modo de que funcione.

No puedo ser tu amiga porque sólo estaría guardando la esperanza de que en un recóndito momento, tú te dieras cuenta que quieres estar conmigo y cuando la realidad me  golpee, cuando me dé cuenta que no será posible, me dolerá amarte, quererte como lo hago.

No sé con precisión qué te motivó a tomar esa decisión, pero ojalá que no haya sido basada en experiencias pasadas que te mostraron que el tiempo y la distancia pueden ser enemigos, porque al final esos factores son tan determinantes como se los permitas. Porque al final lo trascendental de todo, es la persona que elijes, la que estará sosteniéndote, aumentando tu fe, alentándote, siéndote leal...

-No pudimos compartir una vida-.

Me faltó mucho por decir, estoy segura, pero para estos momentos soy mejor hablando. Aunque considerando que mi molestia se esfuma y olvido todo lo que se suponía debía decirte cuando te veo, ésta podría ser la excepción a la regla. 

Sólo te deseo que los proyectos que estás iniciando sean prósperos y te hagan crecer y ser aún más exitoso.

Deja que el amor te encuentre, disfrútalo, sé feliz,  crece, da, recibe y sobre todo, si esa persona lo vale como para  tener un futuro, no dejes de pelear y de recordárselo.

Está de más, pero extrañaré cada una de las formas en que mordías tu labio: la nostálgica cuando pasábamos por algún lugar que te recordase algo; la coqueta, cuando me hacías propuestas  algo indecorosas; cuando se te ocurría una idea o cuando lo hacías por simple inercia.

Extrañaré tu nariz, la que nunca pude explicar por qué me gustaba tanto. Tus manos calientes entre las mías frías. Tus abrazos. Tu olor impregnado en mi ropa y en mis manos. Extrañaré ser tu princesa y que seas mi superhéroe.

Y sobre todo extrañaré quererte como hasta ahora o como no lo hice y no pude y quise hacerlo.

Espero que tu ausencia no duela tanto tiempo, pero no  prometo nada. Fueron pocos meses, pero bastó para enamorarme de una forma rápida y contundente.

En fin, qué son las palabras,  muchas veces están de más...


No hay comentarios.:

Publicar un comentario